La
libertad no es hacer cada uno lo que le parece, sino establecer un marco donde
la libertad de cada uno pueda desarrollarse, no libremente, sino que de acuerdo
con determinados estándares.
Ello supone dos dimensiones: la positiva y la negativa. La
primera obliga a ejercer la libertad de una manera responsable y de acuerdo a
unos determinados usos honestos. La segunda dimensión, la negativa, es una
dimensión represora: combate o prohíbe determinadas conductas que falsean,
restringen o impiden la concurrencia de libertades".
No hay comentarios:
Publicar un comentario