Otro maldito 17 de octubre, como aquél en el que hace un año, absorto en la rutina, salía de trabajar y cogía mi móvil pensando en los planes de aquél miércoles noche. 11 llamadas perdidas de no sé cuántas personas de círculos completamente diferentes, un mensaje de J-n., "llamame urgentemente"...¿¿Qué cojones...?? Pulsar el botón de llamada de forma completamente instintiva, un solo pensamiento en forma de pregunta... ¿Quién?... Oír la voz al otro lado, como esperando oír un nombre y nada más ... ¿¿¿Quién???...Verso. Esta mañana... "Vale, ya está..." ... "No no no no no, joder...." ... ¿Y ahora qué? ¿Y por qué cojones solo siento un vacío de lo más insulso, sin color, sin emoción...? Estas cosas a veces tardan en asimilarse, dicen que es normal, pero joder... mi amigo Verso, qué tipo más genial joder, cuánto tiempo hacía que no le veía... La noche me engullía, no en rabia ni en ninguna emoción calificable. Más bien en un vacío desagradable de esos que te obligan a darle algún tipo de color con algún propósito cualquiera, un homenaje, una muestra de complicidad, una despedida personal, yo que sé, ya me conoces... Cogí mi mp3 y salí a dar una vuelta. Un poco de música, un poco de ese humo a tu honor, ¿qué más podría ofrecerte...?
Al día siguiente el tanatorio abarrotado, amigos a los que veía cuando estaba contigo, amigos a los que conocía gracias a ti... Ver llegar a M-n, su cara y sus andares que antaño llevaban tu figura a su lado, y directamente derrumbarme como si me hubieran robado toda razón de ser, aquél abrazo con un susurro -o con una súplica- de complicidad, pero también con berridos de impotencia... El vacío en los ojos de tus padres y hermanos, ya no tan pequeños como en aquellos años. Aquellos buenos años... Creo que somos símbolo de una buena etapa de nuestras vidas. Mierda mierda mierda... Un año y una estúpida fecha me hace recordar la inocencia personificada en tu cara con cada sonrisa tuya vista y vivida... Como tantos otros días, como cada vez que paso por la puerta de tu casa. Te juro que no puedo ver tus fotos sin que un tremendo bajón golpee y destroce las paredes de mi estómago en forma de impotencia y frustración por tu marcha, a día de hoy tan inexplicable y desconcertante. Me cago en el mismísimo satanás cada vez que voy por la calle y veo a alguien que se te parece, y me pregunto si no será posible que simplemente te hayas ausentado un tiempo, que ya algún día nos lo explicarás todo... Estoy en deuda contigo tío, esto no puede haber quedado así... A veces desearía poder hacer como en su día hiciera un barbero de un rey en un mito, como si ahogar un grito bajo tierra fuera suficiente para aliviar esta sensación... Y sin embargo lo único que puedo hacer de momento es balbucear estas palabras en un estúpido intento de expresar algo, de que veas que has dejado algo muy grande entre nosotros, que de algún modo sigues aquí, porque, una vez más, ya me conoces... Espero que no te importe.
PD: Espero pronto acabar lo que en su día empecé contigo. No sé si seré capaz, la he liado un poco... Tus libros en mi estantería me recuerdan con una sonrisa cómo empezó todo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario