martes, 27 de noviembre de 2012

Aleph

'Decidir. Cambiar. Estar. Ser. Reinventarse. Caminar. Hacer. Levantarse. Experimentar. Conseguir. Desafiar. Soñar. Vencer. Descubrir. Reivindicar. Comprometerse. Pensar. Creer. Potenciar. Preguntar. Crecer. Pertenecer. Despertar.
Aleph [...] nos invita a pasar a la acción. Porque llega un momento en el que sentimos la necesidad de plantearnos cómo vivimos nuestra vida, si estamos donde queremos estar y hacemos lo que queremos hacer.'

Aleph es la primera letra del alfabeto hebreo, una colección de cuentos de Jorge Luis Borges y el nombre de un reciente libro de Paulo Coelho, para el cual 'Aleph' significa el punto en el que se concentra toda la energía del universo, donde se encuentran pasado, presente y futuro. Elijo este breve texto, contraportada del mencionado libro, para iniciar este desenfadado blog.

Mentalgia nace -2 años después- de las cenizas y recuerdo de Lostinlisboa, como medio para atrapar y posteriormente liberar todo aquello que nos parece digno de reflexión, crítica, inspiración o mera mención. Como analgésico sintomático de esa Algia que a veces sufre nuestra Mente por diversas razones, que nos oprime el pecho o incluso nos impide dormir. Porque sí, la mente también duele, llegando a arder en ocasiones.
Si el objeto de Lostinlisboa se limitaba a retratar momentos, Mentalgia carece de limitación. Aquí se expondrá, se criticará, se elogiará absolutamente todo aquello capaz de hacer que algún lóbulo de nuestro cerebro brille. El único objetivo es propagar ese brillo a las mentes afines o adversas, ya sea en forma de admiración o de crítica. Lo primordial es combatir ese letargo en el que tendemos a sumirnos.
De manera más o menos esporádica -y no siempre anunciada en Facebook-, aquí se escribirá cosas, se reproducirá textos, se difundirá noticias, se publicará fotos, se pincelará frases de canciones, extractos de libros, meras ocurrencias. Todo aquello que en un momento determinado, asociado a unas circunstancias determinadas, pueda llegar a significar algo para ese problemático ente, subjetivo por excelencia, que es la mente humana.