martes, 26 de noviembre de 2013

Españistán

Tras la polémica por la nueva ley de protesta pública y por la huelga de los trabajadores de la basura de Madrid, uno se da cuenta de que el problema que tiene la opinión pública española con el sindicalismo, con la huelga y con el inconformismo sociopolítico en general denotan el bajo talante del español medio, infectado por una enfermedad que ya es crónica, auto degenerativa, y parecida a una especie de mezcla entre los síndromes de Diógenes y el de Estocolmo.

Muestra de ello es las manifestaciones del presidente del gobierno sobre el derecho a la huelga, del que dice que debe ser conciliado con ‘el derecho a la libertad que tienen los ciudadanos a que se les respete’.
Como Presidente del Gobierno supongo que Rajoy debe de saber de qué habla. Quiero decir, el derecho a la huelga es un derecho expreso, contemplado en la Constitución de forma clara (‘Se reconoce el derecho a la huelga a los trabajadores’. Punto.).  Capítulo II, Sección I, “De los derechos fundamentales y de las libertades públicas”. Por otro lado, el ‘derecho a la libertad de los ciudadanos a que se les respete’, por más que lo busque, no lo encuentro más que en discursos populistas y baratos. Pero es que tampoco encuentro ese misterioso derecho en ningún razonamiento lógico: uno puede tener un derecho a la libertad, correcto, que efectivamente existe. También uno puede querer que se le respete, como es obvio. ¿Pero un derecho-a-la-libertad-a-que-como-ciudadano-se-me-respete? Eso es una aberración, léxica lo primero, y jurídica lo segundo. Y dar de comer a la gente con ese plato tan precocinado y plagado de colesterol, es para molerlo a palos.  A ver qué otro colectivo tiene las agallas de mantener una huelga casi medio mes en estos tiempos de “la cosa está muy mal”, porque como algunos no sé si saben, durante una huelga no se cobra. Se han ganado cierto respeto, que además tiene un precio: 13 días de salario. Su premio: que no les despidan a cambio de congelarse el sueldo durante 5 años, de EREs temporales, etc etc. Te dan por culo y encima tienes que dar las gracias. Pero son unos marranos por no haber respetado el derecho a la libertad a que se respete el no sé qué de no sé quién. Malditos sindicalistas. Y como no me ha gustado la presión que me han hecho, cambio la ley, porque para algo tengo una mayoría absoluta. Punto.

Otra ejemplo vomitivo es el debate que la pasada semana ofreció el canal 24 horas de RTVE en el programa ‘La noche en 24 horas’, con Ignacio Fernández Toxo (secretario general de Comisiones Obreras) como invitado –o como plato- principal. Y con periodistas y agentes sociales de dudosa imparcialidad como también invitados. O como comensales. O más bien como buitres. El sarcasmo y la poca educación de algunos individuos de cierta relevancia social (principalmente cuando son los encargados de dirigir la información que llega a los ciudadanos) explican una vez más el bajo talante sociopolítico del español de a pie.

El problema no es CCOO, UGT, etc. El problema es el temor irracional que se ha creado y fomentado respecto del término “sindicalismo”, tratándolo casi como el gran parásito y marginado del sistema. Desrespetando su origen, fundamento, y labor histórica en la lucha por los derechos laborales que hoy tenemos. Y que quede claro que no me refiero a ninguno en concreto, sino al sindicalismo –o a la lucha social, si se prefiere-  en general. Y sin necesidad de entrar a valorar repúblicas, guerras civiles ni franquismos y el papel que ocuparon en ellas, digno como mínimo de un poco de respeto.

Pero este ser de bajo talante (este tejido social que se alimenta de telediarios) ha aprendido –y muy bien- a extender sus juicios de valor de las consecuencias a las causas. Ha aprendido a devorar escándalos de corrupción y ha conseguido pisotear los valores genéricos de la lucha social porque un afamado sindicalista lleva un Rólex. Y hoy si un colectivo destroza papeleras, es culpa de los sindicatos, y de esos vagos que no quieren trabajar. Míralos, exigiendo derechos con el nivel de paro que hay... Qué barbaridad.
Pero, además, este ser de bajo talante ha pasado de criticar la inmigración a querer emigrar porque ahora el ‘hambre’ le ha tocado a él. Le han hablado de la Latinoamérica de de las oportunidades, del Mundial y de los Juegos Olímpicos; del Dubai del progreso; de la China del crecimiento económico. A todos les ha gustado y allá van, becados por las grandes empresas, por el Estado, o por los Reyes Magos los más afortunados. De paso cuando estén por esos mundos me gustaría que preguntasen si a los de allí también se les dan becas. Si allí tienen sindicatos, derecho a la huelga, seguridad social, o derechos laborales, y todos esos lujos innecesarios en época de crisis económica.




Formación inicial de UGT. 1888



Cartel propagandístico de UGT en la Guerra Civil española.



miércoles, 20 de noviembre de 2013

'Mi principal error es que he confundido el perfeccionamiento con la perfección'

He cambiado mucho, pero nunca he alcanzado el grado de perfección que habría deseado.

Me he asignado demasiadas normas y he querido seguirlas todas a la vez. No tengo fuerzas suficientes.
¡Ay! Qué difícil es para un hombre mejorar cuando sólo tiene malas influencias.¿Llegará algún día en que ya no dependa de las circunstancias? A mi entender, la perfección consiste en eso.

Mi principal error es que he confundido el perfeccionamiento con la perfección. Hay que empezar por conocerse bien a uno mismo, conocer sus defectos e intentar corregirlos, en lugar de proponerse como meta la perfección, que no sólo es imposible de alcanzar en un punto tan bajo como en el que estoy, sino que te priva de toda esperanza de poder alcanzarla.

Estoy firmemente decidido a dedicar mi vida al prójimo. Me lo digo por última vez: si en tres días no hago nada por los demás, me mato.

Diario de León Tolstói. 1847

viernes, 15 de noviembre de 2013

martes, 12 de noviembre de 2013

La escrotoprotesta

"No es la arbitrariedad de los cargos públicos lo que priva a la sociedad de su capacidad de actuar, sino la fijación en sus derrotas y pérdidas que nos clava cada vez con más fuerza a los adoquines del Kremlin, convirtiendo a las personas en estatuas que esperan resignadas su destino."

Más info: http://rusiahoy.com/noticias/2013/11/10/un_pintor_ruso_clava_con_martillo_sus_testiculos_en_la_plaza_roja_de_34159.html

sábado, 2 de noviembre de 2013

S/n


Don't say a word, just come over and lie here with me... Cause I'm just about to set fire to everything I see