martes, 31 de diciembre de 2013

Fin de la primera parte

Hace pocos meses participé en una actividad en grupo en la que teníamos que escribir en un papel de forma anónima un simple deseo. Posteriormente todos los deseos se leerían en voz alta. Entre los abundantes "hacer un máster", "encontrar trabajo", "vivir en el extranjero" (y demás blablablas entre los que me incluyo) se leyeron tres deseos sencillos a la vez que rotundos que me llamaron especialmente la atención:

Ser feliz el mayor tiempo posible.

Ayudar a mejorar el mundo.

Evitar al máximo la asimilación.

Lo curioso del último de ellos es que el término asimilación se puede entender de dos maneras: como proceso mediante el cual un individuo acepta e integra nuevos conceptos (los asimila); o proceso mediante el cual un individuo cambia para adaptarse a su entorno (se asimila). Supongo que la persona se referiría al segundo de ellos, algo así como mantener la esencia propia a pesar de la tendencia natural a adaptarse a lo que nos rodea o a dejarse condicionar por las circunstancias que nos ocurren.






lunes, 23 de diciembre de 2013

Feliz circuncisión

"Como las palabras tienen mucho menos valor que las cosas que describen, por eso, procuremos que nuestros valores se traduzcan siempre en acciones".


No es necesario un exhaustivo análisis sobre el afán de consumismo (en lo que respecta a la relación persona-comercio), ni de falsedad (en lo que respecta a la relación persona-persona), ni de hipocresía (en lo que respecta a la relación de uno con uno mismo) que envuelve estas fechas. Ni traigo nada nuevo ni yo estoy libre de pecado.

No quiero evitar que nadie se coja de las manos y baile villancicos en esta festividad por excelencia del calendario católico, ese día de confraternización y de los valores de la solidaridad y la humildad y todas esas cosas que celebramos y confraternizamos únicamente con los de nuestro entorno o estatus, y que materializamos en un solo día de 365 que tiene el año, comprando un montón de cosas que seguramente no necesitamos, en tiendas que no necesitan que les compremos, haciéndolo en ocasiones en contra de nuestra propia voluntad por mero compromiso, y a menudo sin una utilidad real.

Pero eso no quita que crea que en estas fechas se debería de hacer un ejercicio de responsabilidad. 
No gastes tu dinero inútilmente, inviértelo en una causa real y hazlo a nombre de la gente a la que quieres. Aprovecha la excusa y rebusca en tu armario toda esa ropa que no te pones y recuerda el frío de pelotas que hace en el parque de tu barrio en estas fechas o en el albergue de animales abandonados. Busca el banco de alimentos de tu ciudad, ¿sabes cuanta comida se puede conseguir con 10€? Acércate el domingo por la tarde con tu familia y ve lo fácil que es erradicar el hambre a nivel local si todos compartieran la misma creencia. Compra una tarjeta de Médicos Sin Fronteras para felicitar la navidad a la gente para la que de verdad guardas buenos deseos (no es complicado, muchas papelerías las venden). Compra calendarios solidarios en la perrera de tu ciudad o en cualquier otra organización que vaya a utilizar tu dinero con un fin honesto y altruista. Un calendario siempre es útil para todo el mundo... Compra un par de mantas en el mercadillo o un saco de pienso y llévalo a la perrera con tu pareja o con quien quieras y disfruta de una tarde paseando a animales que de no ser por el esfuerzo de gente que se dedica a ellos de forma completamente desinteresada durante los 365 días del año, ahora mismo estarían muertos o algo peor. Busca en las webs de Intermón Oxfam, Plan España, etc etc los proyectos que tienen en marcha en África o la India (como construir un pozo de agua potable en una aldea alejada, o un colegio, o un hospital), y considérate a ti mismo partícipe de ello con una mísera donación. Puedes hacer el donativo bajo el nombre de cualquier ser querido y regalarle ese cacho de energía que has proyectado al universo, pues en ese pequeño avance en bienestar de unos cuantos estará su nombre.

Pero si de verdad quieres hacer un regalo material, como los de todos los años, por favor elige bien donde lo compras... Ese mismo libro que has visto en la Fnac lo tienen también en la librería de tu barrio. Y se lee igual, te lo prometo. Mientras todos nos quejamos de la crisis los pequeños comercios de los padres de nuestros amigos están cerrando en pro de los Ikeas, de los Inditex, de El Corte Inglés y demás blasfemias. Por eso hoy tienes que ayudar en la economía familiar. Y ellos lo saben, por eso te pagan 800€ al mes a pesar de tu título universitario. A lo mejor no es tu caso, pero sí el de alguien que conoces. Comprándoles al final te perjudicas a ti mismo. No les compres. No tienen ilusión alguna por lo que hacen ni por lo que venden. Existen grandes compañías realmente maquiavélicas a las que compramos sin tener ni idea y que no son merecedoras de nuestro dinero.

Y lo mejor de todo es que todos estos hábitos los puedes tener durante todo el año, no necesariamente solo hoy. 

A ver si termináis pronto las aburridas cenas de navidad y nos vamos todos de borrachera que yo estaré aburrido en mi casa. Felices fiestas a todos! Y feliz circuncisión! Aquí os dejo un artículo para que veáis que la organización del tiempo en años del calendario occidental tiene su origen en la circuncisión de Cristo.




lunes, 9 de diciembre de 2013

Love is

Lo cierto es que cuanto más íntimamente conoces a una persona más claramente ves sus defectos. Ese es el motivo por el que los matrimonios fracasan, los niños son abandonados, las amistades no perduran. Puedes pensar que amas a alguien hasta que ves su forma de actuar cuando está sin dinero, bajo presión, hambriento... El amor es diferente. El amor es la elección de estar ahí incondicionalmente y aceptar todo lo que uno es, sea bueno, malo o feo. El amor es paciencia y bondad. El amor es dolor y sacrificio. El amor es difícil, pero también es la única cosa que te rescata y te da vida. El amor es ver la oscuridad en otra persona pero negarse a darse por vencido. El amor es encontrar la fuerza para desafiar las probabilidades y combatir el impulso de abandonar el barco. El amor es la fuerza impulsora más fuerte en la vida. 

Floyd Mayweather*




*Floyd Mayweather es el campeón absoluto del boxeo mundial y quizás de todos los tiempos, y el boxeador más cotizado de la actualidad. Suele embolsarse una media de 100 millones de dólares peleando un par de veces al año. Es arrogante y excéntrico aunque a menudo deja muestras de una gran honradez. Hace pocos días publicó este texto en su cuenta de Facebook.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Annie Hall

No obstante, volví a verla. Volví a ver a Annie. Fue en la parte alta del oeste de Manhattan. Había vuelto a Nueva York. Vivía en el Soho con un tipo, y cuando la vi, para postre, lo estaba arrastrando a ver el documental 'La pena y la piedad', así que lo tomé como un triunfo personal.

Annie y yo almorzamos juntos poco después y hablamos de los viejos tiempos.
Después se nos hizo tarde, los dos nos teníamos que marchar. Pero fue magnífico volver a ver a Annie. Me di cuenta de lo maravillosa que era, y de lo divertido que era tratarla, y recordé aquél viejo chiste, aquél del tipo que va al psiquiatra y le dice 'doctor, mi hermano está loco, cree que es una gallina', y el doctor responde 'pues, ¿porque no lo mete en un manicomio?' y el tipo le dice, 'lo haría, pero necesito los huevos'.
Pues, eso más o menos es lo que pienso sobre las relaciones humanas, ¿sabe? Son totalmente irracionales, y locas, y absurdas, pero supongo que continuamos manteniéndolas porque la mayoría necesitamos los huevos.

De 'Annie Hall', de Woody Allen.